Es un documento electrónico validado por organismos acreditados y otorgado por las administraciones públicas que establece el reconocimiento del ahorro anual de consumo de energía final derivado de una actuación de eficiencia energética. Un CAE corresponde a 1 kWh de ahorro energético.

Los CAEs no son un impuesto, ni un derecho de emisión de CO2, ni un certificado de eficiencia de edificios ni una inversión en energías renovables.

Un CAE tiene el valor de 1kWh de ahorro de consumo de energía final.

Solo puede ser titular de un CAE un sujeto obligado (SO) o un sujeto delegado (SD) a favor del cual se ha emitido un CAE o bien que lo haya adquirido a través de un negocio jurídico de compraventa.

Los sujetos obligados (SO) tienen anualmente una obligación de ahorro de energía final. Los CAEs se utilizan como un instrumento alternativo y voluntario al Fondo Nacional de Eficiencia Energética para el cumplimiento de dicha obligación.

Es decir, los CAEs permiten monetizar el ahorro energético conseguido por el consumidor final a la vez que facilitan el cumplimiento de las obligaciones de los sujetos obligados, ayudando a conseguir ahorros energéticos a menor coste y a aumentar los ahorros imputables, lo que conlleva un aumento del mercado de la eficiencia energética y un catalizador del empleo, la productividad y la competitividad empresarial.

Si, si haces una actuación que genera ahorros de energía tienes la consideración de Propietario del Ahorro de Energía y podrás vender dicho ahorro de energía.

El precio del CAE depende de la oferta y la demanda del mercado. Existe una cantidad máxima que es la equivalente financiera a la aportación que debe hacer el sujeto obligado al FNEE. Esta cantidad se publica anualmente en la Orden TED/296/2023 y en el año 2023 el precio máximo de referencia es de 166€/MWh. La información relativa al precio de la transacción tiene un tratamiento confidencial.

Si, el sistema CAE ya estaba implementado en países como Francia, Bélgica, Polonia, Italia o Reino Unido.

Los sujetos obligados tienen obligaciones de ahorro energético anuales. Para hacer frente a sus obligaciones de ahorro energético pueden elegir entre dos opciones: comprar un CAE o hacer una aportación al FNEE fijada por la administración pública.

Los usuarios finales  son personas o entidades públicas o privadas que han realizado una inversión que ha supuesto un ahorro energético, por lo que puede emitir un Certificado de Ahorro Energético (CAE). El usuario final cede el ahorro que ha generado a cambio de una contraprestación económica al SO o SD, que pasará a ser el propietario del ahorro. Para eso, deben firmar el Convenio CAE.

El objetivo del sistema CAE es incentivar la eficiencia energética, facilitando a los sujetos obligados a cumplir sus obligaciones de ahorro de energía al menor coste posible. Anualmente a los sujetos obligados se les impone una obligación de energía final y la presentación de CAE es un instrumento alternativo y voluntario a la aportación económica al Fondo Nacional de Eficiencia Energética para el cumplimiento de dicha obligación.

Además, ofrece la oportunidad a los consumidores finales de beneficiarse económicamente de las medidas de ahorro y eficiencia energética, debido a que disminuyen los costes de su factura energética y les permiten monetizar los ahorros energéticos conseguidos.